El auge industrial en Nuevo León está generando un desafío significativo: la falta de vivienda. Según la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) Monterrey, el estado enfrenta un déficit anual de 70,000 viviendas necesarias para acomodar a las personas y familias que llegan a vivir y trabajar en la entidad.
En una entrevista con El Horizonte, Juan Manuel Escobedo Garza, presidente de AMPI Monterrey, explicó que, aunque el nearshoring está atrayendo más empresas al estado, también está aumentando la demanda de servicios, comercios y, principalmente, vivienda. A pesar de que los desarrolladores continúan construyendo nuevos espacios habitacionales, lo hacen a un ritmo acelerado debido al creciente flujo de personas que se trasladan al estado.
«El sector inmobiliario se está beneficiando con la llegada de la industria, pero esto también ha generado una gran demanda de servicios, y lo más urgente es la vivienda», comentó Escobedo Garza. «Nos ha rebasado la industria, y estamos enfrentando un déficit de vivienda. Cada año, llegan 70,000 familias más, y necesitamos 70,000 casas para alojarlas».
Los municipios de Zuazua, Apodaca y Ciénega de Flores son los más afectados por esta escasez, tanto en viviendas de interés social como en el segmento de clase media o media baja. «En la carretera que va de Laredo hacia Zuazua, se puede ver cuántos camiones de personal pasan por la tarde, y todos ellos llevan gente a trabajar a esas empresas, pero no tienen suficiente vivienda cercana», señaló.
Escobedo Garza expresó su esperanza de que el nuevo gobierno ofrezca más apoyo tanto a los trabajadores para que puedan adquirir viviendas como a los desarrolladores para impulsar la construcción. Según AMPI, este año se espera una desaceleración en la construcción de viviendas, con un crecimiento estimado del 4%, en comparación con el aumento del 5% al 7% del año anterior.