Monterrey, NL – A medida que Monterrey avanza y se moderniza, la ciudad aún guarda secretos de su historia que incitan la curiosidad de historiadores y ciudadanos. Uno de estos misterios es la ubicación exacta de la tumba de Diego de Montemayor, el fundador de la ciudad.
Diego de Montemayor, nacido en 1530 en Málaga, Andalucía, fue un militar, explorador y gobernante español que dejó una marca indeleble en la historia al fundar Monterrey el 20 de septiembre de 1596, a la edad de 66 años. A lo largo de su vida, ocupó diversos cargos importantes como alcalde de Saltillo, tesorero Real, escribano Real y gobernador del Nuevo Reino de León, reflejando una carrera profesional sumamente destacada.
Escándalos Personales
A pesar de su notable trayectoria, la vida personal de Montemayor estuvo marcada por la tragedia. Fue protagonista de uno de los episodios más oscuros de la historia del estado al convertirse, según los registros, en el primer feminicida de Nuevo León. Asesinó a su tercera esposa, Juana Porcallo de la Cerda, en un acto de represalia tras descubrir su infidelidad con Alberto del Canto, otro de los fundadores del Nuevo Reino de León. Tras el crimen, Montemayor huyó de Monterrey, pero fue exonerado por el Virrey y regresó a la ciudad, donde vivió hasta su fallecimiento en abril de 1611, a los 81 años.
La Búsqueda de la Tumba
Montemayor fue enterrado en el Convento de San Francisco, fundado en 1602 y ubicado en el extremo sur de la calle Zaragoza, conocida anteriormente como Callejón del Ojo de Agua, según relató el cronista Alonso de León en 1649. Sin embargo, en 1914, durante la Revolución Mexicana, tanto la iglesia como el convento fueron destruidos. En su lugar, se construyó el Círculo Mercantil de Monterrey en los años 30, el cual está ubicado en Ignacio Zaragoza número 1202, en el centro de la ciudad.
El historiador Rodolfo Arroyo Llano anunció en 1983 el hallazgo de unos restos en las calles Zaragoza y Ocampo, que podrían pertenecer al fundador de Monterrey. Sin embargo, nunca se encontraron pruebas concluyentes.
En septiembre de 2012, los restos óseos fueron entregados al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de Nuevo León para su estudio, pero la ubicación precisa de la tumba de Diego de Montemayor sigue siendo un misterio que intriga a los historiadores y arqueólogos hasta el día de hoy. Los registros históricos apuntan a dos posibilidades: que los restos fueran rescatados o que aún yacen debajo del Círculo Mercantil de Monterrey.
(Fuente: mvsnoticias.com)
