Ciudad Mier, un pintoresco municipio ubicado en la ‘frontera chica’ al noreste de Tamaulipas, tiene una historia fascinante y poco conocida sobre el origen de su nombre, que está intrínsecamente ligado al vecino estado de Nuevo León y a su historia política. Este municipio, que hoy en día es un destino popular para los amantes de la pesca deportiva, la naturaleza y la cultura, lleva el nombre de Francisco Mier y Torre, un gobernador de Nuevo León en el siglo XVIII.
Francisco Mier y Torre, de origen español, llegó a la Nueva España en 1705 durante el virreinato y ocupó varios cargos públicos, incluido el de alcalde mayor de la villa de Miahuatlán en lo que hoy es Oaxaca. A pesar de no tener formación militar, Mier y Torre se destacó por su liderazgo y estrategias de defensa en un momento de constantes ataques y sublevaciones indígenas. Fue durante su mandato que se fundaron las misiones de San Miguel de Linares y la villa de San Felipe de Linares, conocidas hoy como Linares, en Nuevo León.
De acuerdo con la Secretaría de Turismo de Tamaulipas, Ciudad Mier debe su nombre a Francisco Mier y Torre debido a que, durante su tiempo como gobernador político y militar de Nuevo León, solía pasar la noche en esta área en su camino hacia Texas. Con el tiempo, este lugar, inicialmente conocido como “Estancia de Mier”, fue nombrado simplemente “Mier”. Además, este sitio se convirtió en un importante punto de parada para los barcos de vapor que navegaban por el Río Bravo.
Hoy, Ciudad Mier es uno de los dos Pueblos Mágicos de Tamaulipas, destacando por su riqueza histórica y cultural. Entre los sitios de interés que se pueden visitar se encuentra la Casa de las Columnas, un edificio que ha servido como cárcel, ayuntamiento, templo masónico y actualmente funciona como casa de la cultura. Otro sitio emblemático es el Museo de los Frijoles Pintos, donde se exhiben armamentos y documentos de las batallas entre el ejército mexicano y estadounidense, proporcionando una visión única de la historia de la región.
Además, la Capilla San Juan Bautista, con su fachada de piedra café claro y su torre de campanario de dos cuerpos, es una parada imperdible para los visitantes. La ciudad también ofrece otras atracciones como la Presa Falcón y la Iglesia de la Purísima Concepción, que completan el atractivo turístico de este rincón histórico de Tamaulipas.
Ciudad Mier no solo es un testimonio del pasado colonial y de la influencia de figuras históricas en la configuración de la región, sino que también es un ejemplo de cómo los lugares pueden preservar y honrar su historia, mientras continúan atrayendo a visitantes de todo el mundo.
