Noticia: En Monterrey, Nuevo León, existe una leyenda urbana que ha aterrorizado a generaciones: la historia de la Casa de los Tubos, una construcción abandonada que se convirtió en el escenario de tragedias inexplicables.
La Casa de los Tubos se construyó en la década de los setenta, diseñada especialmente para una niña que dependía de su silla de ruedas. El padre de la pequeña había ideado un hogar que le permitiera moverse con libertad, con rampas en lugar de escaleras, y grandes ventanales para disfrutar del paisaje. Sin embargo, desde el inicio de la construcción, ocurrieron una serie de accidentes mortales que sembraron el miedo entre los trabajadores.
Primero, un albañil llamado Alberto cayó inexplicablemente desde lo alto de la estructura, sus ojos abiertos en una expresión de terror indescriptible. Poco después, otro trabajador sufrió una caída similar, y antes de morir, exclamó que «algo» no quería que estuvieran allí.
El miedo se apoderó de la obra, pero la construcción continuó hasta que el padre decidió mostrarle la casa a su hija. De manera inexplicable, la niña llegó al piso más alto y, minutos después, cayó desde una de las ventanas, perdiendo la vida al instante. Devastado, su padre se quitó la vida dentro de la casa.
Tras estos eventos, la Casa de los Tubos fue abandonada y se convirtió en un lugar envuelto en leyendas de apariciones y sucesos paranormales. Finalmente, en 2016, la estructura fue demolida, aunque muchos se preguntan si con ello se puso fin a los misterios que la rodeaban.
La historia de la Casa de los Tubos sigue viva en la memoria colectiva de Monterrey, recordándonos que hay lugares donde el pasado se niega a desaparecer.